Cien años de soledad es una obra del escritor colombiano Gabriel García Márquez, se trata de uno de los libros en español más traducido y leído, en 1999 el diario Le Monde, lo incluyó en el puesto número 33 de su lista “los 100 libros del siglo”.
La historia se centra en la familia Buendía, durante seis generaciones, desde José Arcadio Buendía y su mujer Úrsula, pertenecientes a una de las familias fundadoras del pueblo donde se desarrolla la trama-Macondo- hasta la sexta, Aureliano Babilonia. Se encuentra enmarcada en el principio del S. XX y se puede apreciar la guerra entre liberales y conservadores en la que se ve envuelto el Coronel Aureliano Buendía, perteneciente a la segunda generación, así como la llegada de los americanos a Macondo que instalan una bananera.
José Arcadio Buendía |
Úrsula |
Coronel Aureliano Buendía |
Cien Años de Soledad me ha parecido un libro muy orginal y en general bastante interesante, pero a pesar de esto, me ha costado bastante leerlo, no ya por el vocabulario o porque la historia fuese complicada o por la cantidad de nombres que había, sino porque al contar la historia de una familia,los Buendía, sus desgracias y tristes finales se iban repitiendo de generación en generación hasta el punto de llegar a ser pesado. Aún así he de decir que en su conjunto me ha gustado, no podría negarse que es un buen libro, pero no lo recomendaría. La mejor parte del libro es el principio, cuando los Buendía comienzan a cursar su historia creando un pueblo, Macondo, y algunos de miembros de la familia empiezan a interesarse por la ciencia descubriendo maravillas y desarrollando oficios como el de la plateria, al que se aficionaron casi todos los Aurelianos de la familia aunque cada uno en su generación. Hay personajes que traspasan generaciones y que son los que les dan vida y autenticidad el libro porque son personajes que intentan encauzar la vida de los descendientes manteniendo el espíritu de familia. Un ejemplo de este hecho sería Úrsula quien vive más de cien años conociendo así a casi todas las generaciones de su familia.
La idea principal que saqué del libro al terminarlo es que hagas lo que hagas tu huella no quedará en el mundo para siempre ya que una familia surge y su estirpe se acaba años después pero la vida sigue y aunque algunos notan la falta, cuando estos ya no estén nadie recordará. Sin embargo, tampoco hay que verlo todo en un sentido negativo y el libro puede interpretarse como una llamada al carpe diem. El final del libro recoge parte de su encanto y creo que es este final el que lo ha salvado de que no me guste, ya que en las páginas finales se relacionan todos los sucesos que han ido surgiendo a lo largo de la historia y te das cuenta de que el autor aunque a veces te aburra, sabe compensarte al final.
Me parece una obra muy buena con una trama bastante interesante, narrada de una forma sencilla que facilita su lectura pese a no tener diálogos. Sin embargo en ocasiones puede resultar un poco lioso si no llevas bien el recuento de los nombres de los personajes, pues estos se suelen repetir durante todos los miembros de la familia y en ocasiones unos se mezclan con otros. Se la recomendaría a todo aquel a la que le guste leer, del mismo modo que recomendaría otras obras de este autor que también he podido leer como Crónica de una muerte anunciada, un libro más ligero y que, al igual que este, te acerca a las costumbres y a la forma de ver la vida de las sociedades hispanoamericanas.
Aquí te menciono algunas de las tantas frases del libro que más le han gustado a la gente:
Frases celebres de “100 años de
soledad”
·
«El coronel Aureliano Buendía
entendió, que la vejez, no es mas que un pacto honrado con la soledad»
·
«Compadre, recuerda que a usted no lo
fusilo yo, lo fusila la revolución… Con todo respeto, vaya a comer mierda»
·
«Usted podrá mandar en toda la
cienga, pero en mi casa mando yo»
·
«Esta es de las que les da asco hasta
su propia mierda»
·
«En cualquier lugar que estuvieran,
recordaran siempre que el pasado era mentira, que la memoria no tenía caminos
de regreso, que toda primavera antigua era irrecuperable, y que el amor más
desatinado y tenaz era de todos modos una verdad efímera»
·
«Apartense vacas que la vida es
corta»
·
«El mundo era tan reciente que muchas
cosas carecían de nombre, y para nombrarlas había que señalarlas con el dedo»
·
«En realidad, Remedios, la bella, no
era un ser de este mundo. Hasta muy avanzada la pubertad, Santa Sofía de la
Piedad tuvo que bañarla y ponerle la ropa, y aún cuando pudo valerse por sí
misma había que vigilarla para que no pintara animalitos en las paredes con una
varita embadurnada de su propia caca. Llegó a los veinte años sin aprender a
leer y escribir, sin servirse de los cubiertos en la mesa, paseándose desnuda
por la casa, porque su naturaleza se resistía a cualquier clase de convencionalismos»
·
«Uno no se muere cuando debe sino
cuando puede.»
·
«Era lo último que iba quedando de un
pasado cuyo aniquilamiento no se consumaba, porque seguía aniquilándose
indefinidamente, consumiéndose dentro de sí mismo, acabándose a cada minuto pero
sin acabar de acabarse jamás»
·
«Apenas ahora me doy cuenta que estoy
peleando por orgullo. -Eso es malo -dijo el coronel Gerineldo Márquez.
-Naturalmente -dijo-. Pero en todo caso, es mejor eso, que no saber por qué se
pelea. -O que pelear como tú por algo que no significa nada para nadie.»
· «En Macondo no ha pasado nada, ni
está pasando ni pasará nunca. Este es un pueblo feliz. »
No hay comentarios.:
Publicar un comentario